En la región del Biobío diversas localidades, producto del terremoto del 27F de 2010, cambiaron su actividad económica y la orientaron a la extracción de moluscos. La actividad, si bien ha potenciado la economía local, ha generado un impacto ambiental negativo por la irregular disposición de las conchas descartadas de los moluscos. No obstante, el hecho de que casi un 50% en peso de los moluscos extraídos corresponde a conchas y que las conchas poseen casi un 95% de CaCO3, constituye una excelente oportunidad para mejorar la situación planteada.