Día Nacional del Medio ambiente
Desde 2015 celebramos en Chile el día nacional del Medio Ambiente con distintas actividades a lo largo del país, buscando concientizar a los habitantes sobre la importancia del cuidado de nuestro entorno. Asimismo, personas claves dentro del mundo político y académico fomentan el trabajo conjunto e interdisciplinario para abarcar diversas áreas del conocimiento, donde pueden surgir ideas que conduzcan a soluciones más precisas y efectivas.
Enfocamos todos nuestros esfuerzos en alentar a la población, para que sean más comprometidos, pero la relevancia de la protección del medio ambiente para los habitantes del país ha ido a la baja. Según el estudio “Reciclando-ando”, realizado por GfK Chile y el Pacto Chileno de los Plásticos, esta “importancia” cae de 36% en 2022 al 26% en 2024, como causa ciudadana. Es decir, dentro de otros temas, el cuidado del medio ambiente ha dejado de ser importante para muchos chilenos.
Es difícil encontrar un punto de partida entre tantas aristas a cubrir relacionadas al cuidado del medio ambiente, pero todo comienza con educación y una gestión adecuada para cada situación.
La contaminación por plásticos y la gestión de residuos sólidos domiciliarios se ha convertido en una amenaza silenciosa pero devastadora, especialmente en contextos donde existe una mala gestión de éstos. Según el estudio “Radiografía de los resultados domiciliarios municipales”, realizado por Kyklos -empresa de asesoría ambiental, en conjunto con la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) -, las principales causas de los bajos niveles de reciclaje no son necesariamente los ajustados presupuestos de cada entidad, sino más bien un tema de gestión y de enfoque en la reducción de los residuos.
Entonces, la pregunta es: ¿Cómo mejoramos la gestión y cómo ayudamos a la reducción de residuos? La respuesta: Involucrando a la población en el proceso.
El conocimiento sobre el tema proporciona que un grupo de personas tenga más opciones, capacidad de decisión e influencia en su entorno. El proyecto “Basura Cero”, ejecutado por CIPA, comenzó su trabajo bajo esta primicia.
El plan propició instalar capacidades para facilitar la gestión de los residuos sólidos domiciliarios, además de desarrollar conocimiento para la valorización de los residuos orgánicos y demostrar, a través de prototipos, que los plásticos reciclados se pueden transformar en nuevos productos para la comunidad.
Si bien esto puede ser muy eficaz, ya que el ejemplo de “Basura Cero” nos ha demostrado que sí se puede, sin políticas públicas efectivas seguimos remando para un solo lado.
El comprender que podemos utilizar los residuos como recursos es esencial para crear políticas efectivas, creando oportunidades en distintos sectores de la población de nuestro país.
Maravilloso sería que distintos espacios del país estuvieran equipados con mobiliarios creados a partir de materiales reciclados por los propios vecinos, no me queda duda de que tendríamos una mayor participación en el reciclaje.
La contaminación por plásticos, relacionada también a la gestión de estos residuos, debe ser atendida por los centros del conocimiento (universidades y centros de investigación). Los plásticos, por su durabilidad y bajo costo, se han convertido en materiales omnipresentes en la vida diaria, generando que su beneficio principal sea un problema al momento de descartarlos.
La innovación tecnológica en torno a estos polímeros es esencial, y así poder contar con plásticos más amigables con el medio ambiente sin perder sus beneficios. CIPA, en la actualidad, está desarrollando un proyecto denominado “Recycle Safe”, que a través de trabajo en conjunto con la Universidad del Bío-Bío y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, busca entregar alternativas tecnológicas para mitigar la contaminación por plásticos.
La solución a este problema requiere un enfoque integral: educación ambiental desde temprana edad, incentivos para la reducción y el reciclaje de residuos, infraestructura adecuada, participación comunitaria y, sobre todo, una gestión municipal eficiente y comprometida.
El tiempo apremia. Si no se toman medidas urgentes, la acumulación de residuos y la contaminación por plásticos seguirán deteriorando nuestro planeta e impidiéndonos avanzar hacia modelos de desarrollo sostenible.

